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#AE37 Workshop sobre la evaluación del grado de madurez de las ciudades inteligentes españolas

WORKSHOP SOBRE LA EVALUACIÓN DEL GRADO DE MADUREZ DE LAS CIUDADES INTELIGENTES ESPAÑOLAS

AE-37, Renovación urbana, Miércoles 30/11/2016

Una ciudad no es inteligente por si sola. Necesita un grupo de profesionales que analicen los resultados, contar con el ciudadano e informarle de los beneficios que ésta le aporta.

“No es necesario disponer de miles de sensores e indicadores, sino, únicamente de los indispensables para poder evaluar los beneficios de manera eficaz”, Enrique Hernández (Aqualia)

Cada vez se cuenta con un mayor número de ciudades que apuestan por una gestión más inteligente de sus necesidades (Smart cities). Durante esta actividad especial, un conjunto de profesionales del sector han hablado sobre los retos a los que se enfrentan las Smart cities hoy en día, centrándose especialmente en la importancia de los indicadores y de la necesidad de crear una red de colaboración multidireccional para que esta ciudades funcionen correctamente.

Muchas de las ciudades inteligentes buscan tener una cantidad descomunal de sensores, indicadores, etc. pensando que esto les hará más “inteligentes”. Es necesario desmontar este mito, puesto que la cantidad no es sinónimo de mayor calidad; basta contar con indicadores que sean simples, universales, comparables y disponer de una red de sensores colocados en puntos estratégicos, que den respuestas eficaces y que sirvan para evaluar el cumplimiento de los objetivos que se persiguen.

Además, pese a ser redundante, es importante dar inteligencia a un sistema que se considera inteligente. Para ello es necesario que haya un equipo con experiencia para la elección y análisis de los indicadores, que pueda evaluar cuanto contribuye el proyecto o el paquete de proyectos a la mejora de la ciudad. Este sistema debería incluir, al mismo tiempo, el impacto social, ya que se pueden generar desigualdades si sólo se alcanzan objetivos en determinados sectores de la sociedad (barrios o grupos sociales).

Una colaboración más cercana entre administraciones es esencial para su buen funcionamiento (especialmente en el caso de España). Para tal efecto hace falta la creación de diferentes escenarios conjuntos, que sean capaces de proporcionar respuestas inmediatas a problemas que puedan surgir, permitiendo así una mejor coordinación entre estas a la hora de buscar una solución de manera rápida. Este tipo de proyectos para la Smart cities suelen estar pensados para el largo plazo, por lo que a veces se da un conflicto, al convivir con el régimen electoral (4 años) caracterizado por tomas de decisiones a corto y medio plazo y con fines partidarios.

El objetivo final a tener en cuenta para crear los indicadores ¿Es el ciudadano? ¿O es plantear estrategias para mejorar la ciudad? Esto puede llevar a confusiones. La solución está más cerca de la segunda opción, pero siempre teniendo en cuenta qué ciudad quieren esos ciudadanos. Es por eso que es importante que también haya una comunicación bidireccional (participación ciudadana) entre la administración y éstos, intentando siempre buscar el mayor consenso posible.

Tomás Egido Herraez / Licenciado en CC. Ambientales / Linkedin / @tomeghe

Alan Arnaldo Martín-Peralta / Graduado en CC. Ambientales / Linkedin