Calidad y Salud Ambiental

CalidadAmbiental

Las ciudades se enfrentan hoy en día a multitud de retos relacionados con la calidad ambiental, que entre otras consecuencias, deriva en la  la salud de sus ciudadanos. La falta de calidad ambiental en las áreas urbanas, afecta a la salud de las personas que lo habitan. La salud de los ciudadanos es el motivo más importante para una adecuada gestión ambiental en las ciudades, además de que dicha gestión afecte también al funcionamiento general de la ciudad, a su eficiencia y por tanto a su productividad.

La interrelación entre los bloques temáticos de iUrbana es tal que no es posible concebir una calidad ambiental adecuada, sin contar con la planificación urbanística con criterios como la compacidad, o si la edificación no ha tenido en cuenta aspectos como la eficiencia energética, o si la movilidad en la ciudad no está planificada de forma sostenible y conjunta al urbanismo de la misma, o si, para finalizar, no se ha contado con la participación ciudadana en todo el proceso y no se han articulado mecanismos de sensibilización hacia la misma.

Los principales retos a los que tienen que enfrentarse las ciudades en cuanto a la calidad ambiental, giran en torno a los siguientes aspectos : 

  • Contaminación atmosférica. Se producen problemas derivados tanto de los contaminantes primarios (NO, SOx, CO, partículas en suspensión, hidrocarburos, metales pesados, etc.) como de los secundarios (O3, NO2, H2SO4, etc.) que son resultantes de reacciones que se suceden en la atmósfera a partir de los primarios, que generan distintas afecciones respiratorias, pulmonares, epidérmicas, etc... 
  • La minimización de las emisiones y fuentes de contaminación, la reducción de la exposición de la población, especialmente entre los sectores más vulnerables (niños, ancianos, enfermos crónicos, etc.) y una adecuada planificación y gestión de los usos de la ciudad, son los principales ámbitos sobre los que se actúa. 
  • Contaminación acústica. Pueden derivarse graves problemas para la salud, como el aumento del estrés, alteraciones del sueño por falta de descanso, problemas auditivos en un mayor porcentaje de la población. Los problemas que genera el ruido en las ciudades se afrontan, principalmente, a través de la planificación urbanística, la regulación de usos de la ciudad y la movilidad urbana.
  • Dificultades en la gestión de residuos. La gestión de residuos continúa siendo a día de hoy, y a pesar de existir cada vez más soluciones, uno de los principales retos de gestión de las grandes ciudades españolas, que acarrea enormes costes y que necesita más que otros sectores, si cabe, de la colaboración ciudadana. En la actualidad están abiertos además hondos debates sobre las diferentes alternativas para su gestión, como la valorización energética, los sistemas de retorno de determinados residuos, el reciclado de materia orgánica, la gestión de nuevos residuos, etc
  • Proliferación de suelos contaminados: Derivados generalmente de una gestión inadecuada de los residuos y vertidos, principalmente de la proliferación de vertederos en solares y terrenos de los municipios, tienen su influencia sobre la salud de distintas formas en función del origen de la contaminación en cada caso. La aplicación de la normativa en materia de suelos, mediante el inventario y actuación o regeneración de los suelos contaminados, son actualmente uno de los campos de actuación y de innovación tecnológica donde aún hay mucho que avanzar.
  • Calidad de las aguas y vertido de aguas residuales : A pesar de la cotidianidad en que los ciudadanos perciben el acceso al agua y la gestión de los vertidos de hogares y empresas, los sistemas de potabilización y depuración de aguas, los sistemas de gestión del agua, control de fugas, etc., son áreas de gran desarrollo tecnológico e innovación en la gestión, que no dejan de avanzar, mejorando cada vez más la calidad de los servicios prestados. Además, suponen uno de los elementos más importantes en la salud pública de la ciudadanía.
  • Contaminación Odorífera: Quizás un problema considerado menor en términos generales, no lo es en determinadas ciudades donde, la ubicación próxima de industrias, plantas de tratamiento de residuos, u otras actividades, combinadas con determinados regímenes de viento, provocan un grave problema de mal olor perceptible y muy desagradable para los ciudadanos. Algunos ayuntamientos como el de A Coruña, reflejado en el informe Conama10, con problemas frecuentes en este sentido, ya están tomando medidas. 

 

Atmósfera

Por Atmósfera se entiende la capa gaseosa que envuelve la Tierra, donde se producen los fenómenos climáticos y meteorológicos que afectan al planeta, que cuenta con funciones imprescindibles para el desarrollo de la vida como el manteniendo la temperatura terrestre y el filtrado de las radiaciones solares.

La Contaminación Atmosférica se define como la introducción, directa o indirecta, en la atmósfera de sustancias o formas de energía debidas a la actividad humana. Éstas pueden tener efectos perjudiciales sobre la salud humana, la calidad del medio ambiente o los bienes materiales. A día de hoy, supone el problema de las ciudades con mayores efectos sobre la salud ambiental.

La Ley 34/2007 de calidad del aire y protección atmosférica, desarrollada por el RD 100/2011 y RD 102/2011 y la Ley 16/2002, suponen el referente básiconormativo de esta temática a nivel estatal. Asimismo, en  noviembre de 2011 se aprobó el Plan Nacional de Mejora de la Calidad del Aire donde se ha partido de un diagnóstico de la situación actual y se han planteado hasta 90 medidas, divididas en sectores, con el fin de lograr ciudades sostenibles y saludables.

El Plan concede una gran importancia a algunos contaminantes atmosféricos como las partículas en suspensión (un contaminante complejo, compuesto por elementos como el polvo, los humos, las brumas o los aerosoles), muy asociadas por ejemplo al uso de los vehículos diesel. También preocupan los NOx (Óxidos de Nitrógeno) provenientes igualmente del transporte y la calefacción, entre otros y los contaminantes secundarios como el ozono (O3) troposférico, que elevan sus niveles por causas antropogénicas, al reaccionar contaminantes primarios como los NOx o los compuestos orgánicos volátiles (COV). La situación es preocupante, especialmente en las grandes ciudades, donde el número de episodios en los que se superan los valores límite establecidos, está por encima de lo permitido y por tanto es necesario aplicar planes de mejora. Sin duda el transporte juega un papel determinante en la mejora de la calidad de aire.

El 12 de abril de 2013 se aprobó el Plan AIRE 2013-2016, que establece medidas horizontales de concienciación e información ciudadana, así como medidas sectoriales orientadas a sectores económicos concretos.

Residuos y suelos contaminados

En el mes de julio de 2011 se aprobó la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados, que transponía la Directiva europea 2008/98/CE e introducía una serie de novedades con respecto a la anterior ley en vigor, del año 1998, entre ellas el establecimiento de nuevas fracciones (vidrio, papel, metales, plásticos y biorresiduos) en la recogida selectiva, que deberán estar en funcionamiento en 2015  y que obligará a las entidades locales a reestructurar su actual sistema de gestión (contenedores, ubicación, rutas, vehículos, etc.).

Por otro lado con la nueva ley se fomentan la reutilización y el reciclaje, que deberán alcanzar, antes del 2020, porcentajes como el 50% para los residuos domésticos y del 70% para los residuos de construcción y demolición. Como se indicaba anteriormente, la gestión de los residuos es una cuestión que genera hondos debates, tanto desde el punto de vista de la recogida selectiva, (la nueva ley abre la posibilidad del sistema de devolución y retorno de envases, que incentiva el reciclaje frente a otras opciones), como de la gestión final de los residuos, como ocurre con la incineración, puesta en entredicho por determinados grupos ecologistas.

Esta ley también hace mención a los suelos contaminados, en muchos casos causados por antiguos vertederos sellados que han contaminado amplias extensiones de suelos a causa de los lixiviados, portadores de metales pesados y otros contaminantes especialmente peligrosos. El primer paso para lograr una solución, pasa por elaborar inventarios de suelos contaminados o potencialmente contaminados generados por diferentes causas. 

Ruido 

El ruido, supone una de las afecciones más frecuentes y que genera no sólo molestias a los ciudadanos sino problemas de salud pública. La contaminación acústica perturba las distintas actividades comunitarias, la convivencia humana, perturba el sueño de la población, el descanso y la relajación, impidiendo la concentración y el aprendizaje, y lo que es más grave, creando estados de cansancio y tensión que pueden degenerar en enfermedades de tipo nervioso y cardiovascular.

En este sentido, el conocimiento de qué zonas de la ciudad son más ruidosas y la identificación de las principales fuentes, es el primer paso para poder adoptar las medidas necesarias. En este sentido, la Directiva 2002/49/CE sobre evaluación y gestión del ruido ambiental, la Ley 37/2003 del Ruido que la traspone, y los Reales Decretos RD 1513/2005 RD 1367/2007 que la desarrollan, obligan a los estados miembros a elaborar mapas estratégicos de ruido (MER) ambiental que abarquen los Ejes Viarios con un tráfico superior a 6 millones de vehículos anuales en una primera fase, y con tráfico superior a 3 millones de vehículos anuales en una segunda fase,  a entregar esta última en el año 2012.

En estos mapas estratégicos de ruido ambiental se analizan hasta 20 tramos que han sido agrupados por zonas geográficas y corredores de tráfico. En cada uno de ellos se definen diferentes Unidades de Mapa Estratégico (UME) de las que se elaboran los mapas de ruido. El paso siguiente a los MER son los Planes de Acción contra el ruido, un complejo requerimiento al que deben enfrentarse.  De los MER ya elaborados, según indicaba el Colegio Oficial de Físicos en su revista, se desprende que el 67% de los ciudadanos de las zonas estudiadas en dichos mapas, está expuesto a niveles de ruido por encima de los 55 decibelios.

La planificación pasa por ser la mejor medida preventiva frente al ruido, interviniendo sobre el problema a distintos niveles: macro-escala (planificación territorial/ urbanismo), meso-escala (planeamiento urbanístico general y de desarrollo) y micro-escala (evaluación de impacto ambiental de proyectos concretos). Por otro lado no debe olvidarse que el aislamiento acústico se convierte en una medida preventiva y correctora fundamental en la protección frente al ruido y, a fin de lograr una mayor competitividad de este sector profesional, sería conveniente completar este perfil de acústica medioambiental con conocimientos en acústica arquitectónica (edificación y rehabilitación).

 

Soluciones 

Las soluciones deberán pasar por establecer un enfoque que parta de una perspectiva integral de las secciones en que se ha dado en concebir iUrbana. En este sentido la calidad ambiental y su impacto en la salud exigirán la toma de firmes decisiones que impliquen desde, a gran escala, rediseñar la planificación y diseño de las ciudades, hasta, a pequeña escala, repensar la ubicación de los contenedores de recogida selectiva de residuos.

Por áreas de actuación en las que se ha introducido la sección de Calidad y Salud Ambiental, deberán aportarse soluciones específicas que estén intimamente relacionadas.

La mejora de las condiciones atmosféricas, para lograr el cumplimiento de los límites legales marcados por la Unión Europea (UE) y las recomendaciones dadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) pasa por reducir el impacto provocado por el sector del transporte (movilidad), bajo la premisa de la reducción del uso del vehículo privado, y el fomento de medios de transporte más sostenibles (bicicleta, ferrocarril, tranvía, vehículo eléctrico, etc.). Estas medidas exigirán cambios y decisiones firmes, como los que ya están emprendiendo algunas ciudades: 

  • Desarrollo de zonas peatonales.
  • Proliferación de carriles bici, aparcamientos para las mismas.
  • Establecimiento de aparcamientos disuasorios en la periferia de las ciudades.
  • Reintroducción de modos de transporte como el tranvía
  • Fomento de beneficios fiscales que incentiven el uso de vehículos menos contaminantes.
  • Creación de zonas de velocidad limitada (como las zonas 30)
  • Creación de zonas de bajas emisiones.
  • Valoración de iniciativas como el control de accesos mediante el etiquetado de vehículos u otros sistemas alternativos.
  • Transferir la prioridad dada al vehículo hace décadas al peatón y a medios de transporte como la bicicleta, atendiendo a su mayor vulnerabilidad.
  • Fomentar e incentivar el uso del vehículo eléctrico, estableciendo prioridades de acceso e incorporando progresivamente una red de electrolineras que dé servicio al progresivo crecimiento de este tipo de vehículos.
  • Establecer redes inteligentes (smart grids) para una mayor eficiencia energética, incorporando energías renovables progresivamente. 

Por otro lado será necesario atender al sector de la edificación, responsable de, aproximadamente, un tercio de las emisiones de gases contaminantes. La ineficiencia en términos energéticos de estas viviendas puede solucionarse con el impulso de la rehabilitación a gran escala del parque edificado, reduciendo su consumo energético y las emisiones derivadas. En esta línea se proponen, entre otras, las siguientes soluciones: 

  • Crear o fomentar la financiación de actuaciones para particulares y comunidades de propietarios.
  • Simplificar los trámites administrativos necesarios para la obtención de ayudas, tanto a particulares como a comunidades de propietarios.
  • Desarrollar campañas de concienciación y sensibilización.
  • Desarrollar campañas de comunicación para impulsar la concienciación y sensibilización.
  • Facilitar y fomentar la entrada de inversores privados con el beneficio que puede reportar el ahorro energético. 

Las medidas de mejora, especialmente en la movilidad, con la limitación del tráfico, la incorporación progresiva del vehículo eléctrico y el aumento de la bicicleta como medio de transporte, redundarán indirectamente en un descenso de los niveles de ruido en las ciudades. No obstante, será necesario proteger al ciudadano de este problema, inventariando más allá de los mapas estratégicos de ruido, descendiendo a la escala de barrio, e incluso de manzana, para adecuar las medidas preventivas y correctoras más adecuadas en cada caso. En este sentido, nuevamente la rehabilitación de edificios y viviendas deberá incorporar criterios de protección acústica, que se sumen a los de eficiencia energética, mejora de la accesibilidad e incremento de la seguridad del edificio.

La gestión de los residuos y suelos contaminados, marcada por la nueva ley, exigirá a los municipios, junto a otras entidades supramunicipales o autonómicas, adoptar las medidas necesarias para el cumplimiento de la misma, especialmente en lo que se refiere a las nuevas fracciones de recogida selectiva, a los objetivos marcados en materia de reciclaje y a la creación de inventarios de suelos contaminados.

 

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